abril 05, 2022

Días perdidos...


(Altar en casa-2022)

Me he perdido un tanto entre la fecha, cuando mi corazón a media noche se agitó y en un susurro acelerado me indico que el nuevo día comenzó.

Me he perdido un tanto entre la fecha, mientras rodaba de un lado a otro en la cama, con la sábana enredada en mis piernas, un nudo en el pecho y mi mente demasiado despierta.

Me he perdido un tanto entre la fecha, mientras manejaba por lo que siempre se siente una carretera y veía el cielo aun amaneciendo pintándose en tonos rosados y espolvoreado en nubes blancas.

Entre las horas del trabajo que se sienten largas y aún no del todo programadas, entre la imagen de una casa que ya no te tiene (que se siente en realidad básicamente vacía) en el tono de sus palabras que por instantes se sienten muy altas y en su silencio que decido mantener. en la tarde que se baña con el sol tan fuerte que siento que mi piel se quema.

Me he perdido un tanto entre la fecha, mientras el ligero viento movía mi cabello, mis piernas pesaban por la fuerza, mi corazón se aceleraba por el esfuerzo y me repetía a mí misma -solo un poco más- como motivación en la clase.

Me he perdido un tanto en la fecha, entre los pasillos de la tienda llena, el camino a casa que se cubre con el manto de la noche y las luces de todos los carros que también buscan llegar a casa después de largas jornadas.

Me he perdido un tanto en la fecha, mientras me aseguro de limpiar un poco la casa e intento ignorar un enojo que no es mío y ni entiendo....

Me he perdido un tanto entre la fecha.... Hasta que me he sentado un momento y no me ha quedado más que aceptar que día es…y me he permitido ver tu foto que aún distingo entre la media obscuridad que cubre la sala. Y he sentido mis ojos bañados en lágrimas....

¿Aún no es muy tarde para desearte feliz cumpleaños?


abril 02, 2022

Eternidades después...

 A veces lo olvido...

La magia existente entre las palabras.

Mentira. No lo olvido. Solo decido de forma consciente mantenerlo a un lado mío.

Ahí donde lo pienso, lo veo y lo siento, pero no me atrevo a tocarlo. Porque sostener entre mis dedos una pluma y mantener frente a ellas un cuaderno con hojas blancas se vuelve de la nada en un arma capaz de destruirme. De abrirme hasta las profundidades de mi alma, ahí justo donde se esconde la podredumbre y los miedos, pero también habitan los sueños, esperanzas y anhelos. Todo mezclado en un sin fin de letras y colores.

Quizá por eso, de alguna forma inconscientemente consciente decidió dejar de lado este espacio que me había prometido brindarme.

Quizá por eso, en estos últimos meses que la realidad se ha convertido en una película repetitiva en tonos grises, me alejó cada vez más de cualquier posibilidad de brindarme la oportunidad de escribir.

Intento huir de mi misma. Como si eso fuera en algún momento posible. Como si no se tratara solamente de una esperanza ilógica que lo convierte todo en una perdida de tiempo.

Como si al no escribir evitar darme cuenta de las cosas....

 

...

 

Pero no.

El hecho de no poner las palabras sobre una hoja (cual tangible o no sea esa hoja) no significa que no las escriba en mi cabeza, que no las murmure para mí mismo mientras manejo por calles que en instantes se sintieron carreteras interminables, que no me las repita mientras el cielo se pinta de colores a través del cancel, que no se transformen en imagines al cerrar mis ojos por las noches.

A final de cuentas sé lo que soy. Sé quién soy.

Con todo lo bueno y todo lo malo. Con toda la fuerza y las debilidades en las que me pinto.

 

...

 

Con toda la necesidad que aparece una mañana de sábado cualquiera para que termine con la agonía y al fin me permita soltar las palabras que se escriben en mi mente, y las traslade a algo... cualquier espacio.

 

 

A veces quisiera olvidar...

La magia que se muestra en la libertad que me brindan las letras.

Sus palabras que se repiten en mi mente * Nunca dejes de escribir * Aunque lo hago, como revancha o castigo.... aun no estoy segura.