mayo 17, 2020

Tea for two


Hay una fotografía vieja en el librero, rostros que una vez fueron conocidos y ahora se han perdido en el tiempo, la imagen borrada con el correr de los atardeceres al igual que los recuerdos. Sus nombres ya no existen y ahora solamente son dos desconocidos sonriendo eternamente.

-Mia, ¿te encuentras bien? - la pregunta llega detrás de ella, con calma y duda, y aun así pintada en la constante alegría que lo baña siempre.
-Lo estoy- murmura, rodeada de mentiras y los ojos fijos en la simple fotografía. -Solo veía la fotografía- confiesa después de largos minutos aun sin estar segura del todo.
- ¿Que fotografía? - pregunta y Mia sabe que por una vez su voz no es más que duda genuina, despega su mirada miel con fuerza de la imagen que le regresa una mirada que siente fue azul y otra miel
-Esta obviamente- afirma
-No hay ninguna fotografía ahí, Mia…- la respuesta le hace girar deprisa... la imagen sigue en su mismo lugar, recargada con simpleza en el librero, sostenida por una cinta amarillenta, con los márgenes arrugados y los rostros que sonríen detenidos en el tiempo
-Esta ahí Theo... la fotografía de la parejas- dice más seria de lo que quizá tiene sentido para una vieja imagen de dos personas desconocidas.
Si tan solo fueran desconocidos...
Si tan solo Theo pudiera ver la imagen que le ha estado llamando desde que llego.
Pero no lo hace y en su lugar tan solo le sonríe con burla y sostiene con calma su mano
-Creo que quizá tomaste más tragos de lo debido, venga los demás llegaron- dice obligándole a caminar con él hasta el patio donde las risas y voces ya se amontonan unas sobre otras.
Sin embargo, a medio camino gira y sus ojos nuevamente se topan con la imagen y por un momento es capaz de verlo...

Hay luces rojas y amarillas. La música suena en un blues que tu mente no logra reconocer del todo, hay voces de fondo, murmullos que se mezclan entre la música, la voz gruesa que canta y el humo de cigarrillo que llena el salón. 
El suave susurro de su voz llega a tus oídos cuando se inclina más de lo debido sobre ti
-Sonríe amor- dice, arrastrando las palabras y haciendo que tu corazón se detenga por un segundo. 
Viste con un traje obscuro de tres piezas y sus ojos azules brillan con una adoración que aún no eres capaz de comprender cuando te mira fijamente. Sonríes, sintiendo como tus mejillas se pintan de rosa casi rivalizando con tu labial rojo, llevas un vestido azul marino que cae suelto hasta tus rodillas, los flecos rozando tus piernas cuando giras, los tirantes cubriendo nada de tus hombros y el collar de perlas que te regalo hace unos meses cuelga de tu cuello.
-Miren fijamente y no se muevan- dice el hombre detrás de la gran cámara negra
-Cásate conmigo amor- murmura nuevamente, justo cuando un gran flash hace brillar la sonrisa más grande que nunca has dado
-Si, Fa... -

-Fabián- murmura y al hacerlo siente que su corazón late como si hubiese estado detenido por el tiempo
- ¿Mia? - es lo último que escucha, pero todo se vuelve negro y lo único que logra ver son esos ojos azules que por mucho tiempo la vieron con adoración. 

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